Lunes 16 de junio

Transformados por el Espíritu

… somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (v. 18).


La escritura de hoy: 2 Corintios 3:12-18

Cuando Neil Douglas abordó su vuelo para Irlanda, descubrió que su asiento estaba ocupado por otro pasajero, entonces empezó una conversación para resolver el problema. Cuando el pasajero levantó la vista para responder, ¡Neil estaba frente a frente con su doble! Los demás pasajeros se reían del parecido, mientras ellos se tomaban una selfi. Después, se volvieron a encontrar al registrarse en el mismo hotel, y luego en un bar. A la mañana siguiente, descubrieron que su foto se había vuelto viral en las redes debido a su sorprendente parecido.

Ser parecido a otro ser humano es sorprendente para los que no son biológicamente mellizos, pero la Biblia dice que empezaremos a parecernos más a Dios a medida que lo seguimos. En el Antiguo Testamento, el rostro de Moisés cambió al encontrarse cara a cara con Dios (ver Éxodo 34:33-35; 2 Corintios 3:7).

Hoy vemos la gloria de Jesús revelada en personas que son transformadas «en la misma imagen» por el ministerio del Espíritu (2 Corintios 3:18; ver v. 8). Nuestro creciente conocimiento y amor a Dios produce una transformación moral y espiritual que es visible, tanto interna como externamente. Cuando Dios «cambia la imagen» de nuestros corazones y mentes, se hace evidente a nuestros compañeros en esta travesía de la vida.

De: Kirsten Holmberg

Reflexiona y ora

¿Cómo te ha cambiado conocer a Jesús? ¿Qué está Él desarrollando en ti hoy?

Dios, gracias por seguir transformándome a tu imagen.

Martes 17 de junio

Aferrarse a las promesas de Dios

… son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos (v. 9).


La escritura de hoy: Isaías 55:1-3, 8-13

Wendy se sintió un poco excluida. En el receso para almorzar, su jefe había dejado chocolates en los escritorios de todos, excepto en el suyo. Desconcertada, se lamentó ante una amiga: «¿Por qué no me tuvo en cuenta?».

Cuando le preguntaron, su jefe explicó: «Esos chocolates están buenos, pero los he tenido durante un tiempo. Wendy está embarazada, así que solo quise evitar cualquier riesgo». Luego, se rio: «En lo que respecta al resto de ustedes…».

El pequeño incidente se convirtió en un chiste en la oficina, pero me hizo pensar en cómo malinterpretamos a veces las intenciones de Dios debido a nuestro entendimiento y percepción limitados. Quizá incluso creamos que somos víctimas de un trato injusto, olvidando que Dios siempre desea lo mejor para nosotros. Siempre.

Isaías 55:8-9 nos recuerda que, aunque no entendamos por completo los pensamientos y los caminos de Dios, podemos estar seguros de que son «más altos» que los nuestros (v. 9). Los nuestros suelen ser influenciados por deseos egoístas; los de Él son perfectos, compasivos y justos. Por eso, aunque las cosas no parezcan bien ahora, podemos confiar en que el Señor proveerá lo que realmente necesitamos (vv. 1-2), porque es amoroso y fiel a su promesa (v. 3). Busquémoslo «en tanto que está cercano» (v. 6), sabiendo que nunca nos abandonará.

De: Leslie Koh

Reflexiona y ora

¿A qué promesas de Dios puedes aferrarte cuando la vida parece injusta? ¿Qué aspectos de su carácter te consuelan y afirman?

Dios, ayúdame a aferrarme a tus promesas.

Miércoles 18 de junio

Personas nada comunes

Recuérdales […] que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres (vv. 1-2).


La escritura de hoy: Tito 3:1-11

La declaración en la pared de mi banco resume en una palabra sus principios corporativos: amabilidad. ¡Y qué revitalizante fue encontrar amabilidad en la cajera que me ayudó con mi transacción!

En un mundo áspero y descortés, ser movido por la amabilidad es una gran idea. Encontramos este concepto en la carta de Pablo a su amigo Tito, donde lo instruye a recordarle a su congregación «que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres» ( Tito 3:2). Esta idea de amable mansedumbre también se traduce como «consideración» (rva-2015; lbla; nbla) o «humildad en su trato» (nvi).

Cómo tratamos a los demás revela si los vemos como portadores de la imagen de Dios o no. C. S. Lewis escribió en El peso de la gloria: «No hay personas comunes y corrientes. Nunca has hablado con un simple mortal». Lewis preveía la eternidad, donde disfrutaremos de la presencia de Dios o seremos separados de Él para siempre. Por eso, nos recuerda: «bromeamos […], trabajamos […], nos casamos con inmortales, despreciamos […] y explotamos a inmortales; horrores inmortales o esplendores eternos».

Que el Espíritu nos capacite para tratar a quienes nos rodean como lo que realmente son: portadores de la imagen de Dios.

De: Bill Crowder

Reflexiona y ora

¿Cómo afecta tus interacciones la falta de amabilidad? ¿Cómo podrías incorporar intencionalmente más amabilidad en ellas?

Dios, dame un corazón bondadoso para tratar a todos con amabilidad.

Jueves 19 de junio

Uno en Cristo

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (v. 28).


La escritura de hoy: Gálatas 3:26-29

Phillis Wheatley, la primera poeta afroamericana publicada, usaba temas bíblicos para persuadir a los creyentes en Jesús a abolir la esclavitud. Nacida alrededor de 1753, fue vendida a un traficante con apenas siete años de edad. Sobresaliendo rápidamente en sus estudios, por fin consiguió su libertad en 1773. En sus escritos, instaba a sus lectores a abrazar la afirmación escritural de la igualdad de todas las personas. Escribió: «En cada Pecho humano, Dios ha implantado un Principio que llamamos Amor a la libertad; está impaciente por la Opresión y anhela la Liberación; y […] el mismo Principio vive en nosotros».

Pablo enfatizó la igualdad ante Dios, al escribir: «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» ( Gálatas 3:28). Al ser «todos […] hijos de Dios por la fe» (v. 26), diferencias de raza, etnia, género o estatus social no deberían llevar a la discriminación en la iglesia.

Aunque somos todos receptores del amor de Dios, igual luchamos para poner en práctica este principio. Pero las Escrituras enseñan que personas diversas unidas por la fe en Cristo reflejan mejor el corazón de Dios. Esta realidad puede ayudarnos a celebrar la diversidad en nuestras congregaciones.

De: Lisa M. Samra

Reflexiona y ora

¿Cómo la diversidad representa mejor a Dios? ¿Cómo puedes celebrar la diversidad?

Jesús, ayúdame a amar a mis hermanos mediante la unidad en ti.

Viernes 20 de junio

Y Dios envió… ¿polillas?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta… (v. 26).


La escritura de hoy: Mateo 6:25-34

«¡Puaaaajjj! —gritó mi hija—. ¡Papáaaaaa! ¡Ven!».

Yo sabía cuál era el problema: una polilla. Cada primavera, un ejército de estos insectos polvorientos migra de las llanuras de Nebraska a las montañas de Colorado, donde pasan el verano. Todos los años, nos preparamos para su llegada.

Para los humanos, las polillas molineras son plagas indeseadas que suelen volar directo a tu cara. Pero para los pájaros, bueno… son un festín. Investigando un poco, me enteré de que las polillas proveen una nutrición increíble a las golondrinas de la región. Por más molestas que sean, son como «maná» para las aves.

No sé si había migraciones de polillas en Israel en la época de Jesús, pero Él destacó la provisión de Dios para las aves allí, al decir en el Sermón del monte: «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» ( Mateo 6:26).

Así que, en estos días, veo las polillas de manera diferente. No como plagas sucias, sino como recordatorios alados de la provisión de Dios para su creación; y como una metáfora viviente de su provisión para mí también. Si Dios provee tan abundantemente para las golondrinas, ¡cuánto más se interesa por mí y por ti!

De: Holtz Adam

Reflexiona y ora

¿Cómo ves la provisión de Dios para la creación donde vives? ¿Cómo podría servirte para recordar que te cuida a ti también?

Padre, dame ojos para ver la obra de tus manos, y que eso me recuerde tu bondad.

Sábado 21 de junio

Firmes en la voluntad de Dios

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo (v. 15).


La escritura de hoy: Juan 6:5-15

La película El puente sobre el río Kwai fue tan popular que multitudes fueron a Kanchanaburi, en Tailandia, para buscar el puente de hierro real. Encontraron el puente, pero no estaba sobre el Kwai… ¡la película tenía el nombre equivocado del río! Pero poco después, a esa parte del río Mae Klong la llamaron Kwae Yai (Kwai), para que coincidiera con las expectativas.

Jesús nunca permitió que las expectativas de otros lo desviaran de su misión divina. Multitudes acudieron para verlo porque oían de sus milagros ( Juan 6:2). Cuando lo encontraron y creyeron en que era el Mesías prometido, lo quisieron como líder militar para que los salvara de los romanos. Juan dice: «Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo» (v. 15).

A pesar de la presión para rescatarlos como ellos querían, Cristo siguió decididamente el plan de Dios para hacerlo ( Colosenses 1:13): no de los problemas terrenales, sino del poder «del pecado y de la muerte» ( Romanos 8:2).

La decisión inquebrantable de proveer lo que necesitamos es la razón de que podamos confiar en Él en toda circunstancia. Cuando los caminos de Dios no coinciden con nuestras expectativas, podemos estar seguros de que su plan es siempre mejor.

De: Jasmine Goh

Reflexiona y ora

¿Cuándo sentiste que lo que Dios proveyó no era lo que esperabas? ¿Qué te ayuda a confiar en Él?

Dios, sé que puedo confiar en que harás lo mejor.

Domingo 22 de junio

Déjaselo a Dios

Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré… (v. 2).


La escritura de hoy: Salmo 18:1-2, 16-19

Desde su posición en lo alto del muro de escalada, Sara podía sentir que su pánico aumentaba a medida que sus debilitados dedos empezaban a soltarse de las manijas. ¿Me golpearé muy fuerte contra el suelo?, se preguntaba.

Pero el instructor seguía tranquilizándola desde abajo. Como el «rapelador» amarrado al otro extremo de la cuerda estaba sujetando el arnés de Sara mediante una polea, el propio peso la sostendría si se caía. «¡Soy mucho más pesado que tú! —gritó él—. ¡Suéltate!».

Entonces, lo hizo… y simplemente se soltó del muro, para quedar flotando a salvo en el aire.

El incidente le dio a Sara una nueva perspectiva de la imagen de Dios en el Salmo 18:2: «El Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía». Sara afirmó: «Dios es mucho más fornido que todos mis problemas. Puedo soltar mis miedos y preocupaciones, y Él me sostendrá».

El rey David cantó las palabras del Salmo 18 después de que Dios lo rescatara de «las muchas aguas»: su «poderoso enemigo» que buscaba que le llegara «el día de [su] quebranto» (vv. 16-18). Aunque sus problemas no desaparecieran, sabía que podía confiar en su Salvador todopoderoso, y que Dios lo sostenía firmemente.

De: Leslie Koh

Reflexiona y ora

¿Qué significa, en términos prácticos, «soltar» una preocupación y dejarla en manos de Dios? ¿Cómo puedes aprender a entregarle tus miedos?

Padre, gracias que puedo soltar todas mis preocupaciones, miedos y ansiedades al saber que controlas por completo mi vida.